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La Educación digital II.
Continuación del artículo NUEVOS RETOS: La Educación digital Entrega I
Autora: Laura San Miguel
En los Centros Educativos
Una acción totalmente necesaria es implicarse en el desarrollo e implementación de la plataforma educativa en su centro. La colaboración con las instituciones por parte de la comunidad educativa es fundamental para conocer las necesidades y los retos a los que se enfrentan día a día y a los desafíos futuros. De esta forma se satisfarán la mayoría de demandas que puedan surgir a todos los actores de la comunidad educativa.
Otro paso que deben dar los centros educativos es proporcionar a los alumnos cuentas de correo corporativo. De esta forma, si todos los miembros de la comunidad educativa utilizan cuentas de correo corporativos se limitan los riesgos de seguridad.
Este tipo de cuentas de correo cuentan con filtros anti spam, antivirus y firewalls que las protegen mejor. Además se consigue una mejor gestión del correo electrónico ya que incluso se pueden crear grupos o listas de contactos para los usuarios.
Aunque parezca algo imposible, se debe desterrar WhatsApp como herramienta de comunicación entre el alumnado, el personal docente y los progenitores. Existen otras formas de estar en contacto más seguras y que respetan la privacidad de las personas que las utilizan. Por ejemplo: el correo electrónico corporativo o las herramientas de comunicación de las plataformas educativas online (chat, mensajería interna, foros, email).
Un aspecto importante y que además ha sido la gran tarea pendiente de esta pandemia, es cuidar la protección de datos en el ámbito educativo. Debido a que se han tenido que adoptar nuevas herramientas y recursos tecnológicos para hacer frente a la situación, en muchas ocasiones no se ha valorado la política de privacidad de dichas herramientas. Tampoco se ha informado y/o se han pedido los permisos necesarios ni a los progenitores ni al alumnado mayor de catorce años para poder utilizar algunas de estas tecnologías.

Además las formas en las que se ha realizado el teletrabajo por parte del equipo docente, en muchas ocasiones no respetaban la normativa en privacidad. Por ello se debe realizar una reflexión en este aspecto y subsanar todas estas deficiencias.
También se debería plantear un protocolo de teletrabajo para el personal del centro educativo.
Este plan podría contemplar aspectos como por ejemplo:
- La adquisición de ordenadores portátiles para el profesorado. En el caso de que se vayan a utilizar equipos propiedad del personal docente, se crearán dos perfiles de usuario: uno para uso personal y otro para uso profesional.
- Contratación de VPN’s para conectarse a los servidores del centro (en caso de que sea necesaria dicha conexión).
- Establecimiento de una política de contraseñas tanto para los equipos informáticos, como para las cuentas de las aplicaciones que deben usar para el desempeño de sus obligaciones laborales.
- Creación de un protocolo de copias de seguridad que abarque todas las localizaciones en las que se guarde información de la que sea responsable el centro educativo y el personal que trabaja en el mismo.
- Elaboración de un plan de contingencia, para que en caso de que ocurra un incidente de seguridad, éste sea reportado inmediatamente y subsanado lo antes posible.
Indispensable también, es ofrecer un programa de formación continua en aspectos que tengan que ver con las herramientas y tecnologías que se van incorporando al ecosistema educativo. Dicha formación, debería incluir también materias relacionadas con la ciberseguridad y la protección de datos.
El fomento de la participación de todos las entidades que conforman la comunidad educativa es fundamental en todo este proceso y se deben escuchar con atención las propuestas de todos los actores: las entidades educativas, el profesorado, los progenitores y por supuesto el alumnado.



El personal docente
El profesorado es una pieza clave de este engranaje. Sabemos que contamos con el mejor personal que se puede tener. Nos lo han demostrado en esta situación tan complicada que nos está tocando vivir.
Los conocemos bien. Y somos conscientes de que su implicación en el proceso de transformación de la educación va a ser total. En este cambio, la formación en el uso y configuración de nuevas herramientas y tecnologías de forma segura va a ser fundamental. Por ello todos y todas en mayor o menor medida se van a tener que sumergir en un proceso formativo transformador.
Las aulas ya no son un universo estanco. Un aula puede ser: una sala de chat de una plataforma educativa; o una videoconferencia; o un vídeo sobre el ciclo del agua; o una conexión en streaming con la Estación Espacial Internacional. Por todo ello, van a tener que conocer de qué manera pueden acceder a todas estas posibilidades que nos ofrecen las diferentes tecnologías y hacerlo con el máximo respeto a los derechos en materia de protección de datos y además, de la forma más segura posible.
Tenemos que tener en cuenta que los ciberataques al sector educativo crecieron un 24% en Europa durante los meses de Julio y Agosto y un 30% en Estados Unidos. La mayoría de estos ataques fueron de tipo “zoombombing” (introducción de un intruso en una videoconferencia), phishing (suplantación de identidad generalmente a través del email) y rasonware (secuestro de datos a cambio de rescate).
Por ello, es muy necesario que toda la comunidad educativa especialmente el profesorado y el alumnado sean conscientes de los riesgos y conozcan las técnicas para evitar en la medida de lo posible estos ataques.
Otra tarea que tiene el profesorado es formar a sus alumnos para que puedan utilizar todas estas herramientas y recursos de forma segura y respetuosa.



Los padres y madres
Los progenitores son también otro eslabón en esta cadena. Durante esta situación han tenido que colaborar más que nunca con el personal docente. En muchas ocasiones han sido los profesores y profesoras de sus hijos e hijas.
Los niños y niñas, se han esforzado por enseñar a sus padres cómo se usan las herramientas tecnológicas que suelen utilizar en su día a día. Otras veces han sido los padres y madres los que han tenido que averiguar cómo usar algunas de estas plataformas o herramientas, por ejemplo para enviar las tareas de sus hijos e hijas.
Sabemos que su compromiso ha sido y es máximo. Por ello, es necesario formarles tanto en el uso a nivel funcional de los recursos tecnológicos, como también en el uso seguro de todos estos elementos. Al igual que el personal docente, deben ser conscientes de las medidas de seguridad que se deben adoptar para el uso seguro de las herramientas tecnológicas.
Además, los padres y madres tienen otra tarea importantísima, educar a los niños y niñas para que sean unos buenos ciudadanos digitales.
Se debe transmitir a los hijos e hijas que es muy importante ser buena persona en el mundo físico, pero también lo es, serlo en el mundo digital. El ser conscientes de que al otro lado de la pantalla hay otro ser humano que merece ser tratado de la mejor manera posible, nos hace mejores personas. Además tener el comportamiento adecuado a la hora de navegar en internet hace que este proceso sea más tranquilo y seguro.



Los alumnos y alumnas
El alumnado es la pieza más sensible dentro del sistema educativo. Tenemos que pensar que el rango de edad es muy amplio y que además, cada alumno o alumna tiene sus propias peculiaridades y necesidades. Esto no debe ser un obstáculo para adaptar la formación y contenidos a la edad y las capacidades de cada alumno o alumna. Todas y todos deben conocer las herramientas y las tecnologías que van a tener que utilizar. Además deben saber cómo utilizarlas de forma segura.
Es importante que conozcan Tips de seguridad para protegerse durante la navegación en internet como por ejemplo:
- Nunca decir su nombre real, ni su género ni ningún otro dato que pueda identificarlos (dirección, población, correo electrónico, número de teléfono, etc).
- Cuidado con las cosas “gratis” como juegos, programas, normalmente el archivo descargado contendrá contenido malicioso. Siempre preguntar a un adulto si es seguro realizar dicha descarga.
- Usar siempre contraseñas robustas y no decirlas a nadie.
- No responder nunca a un correo electrónico que nos pida información personal.
- Cuidado con los archivos adjuntos de un correo electrónico, pueden contener software malicioso.
- Ten en cuenta que no todo lo que se publica en internet es verdad.
- No conciertes una cita a ciegas.
- Cierra siempre las sesiones de las aplicaciones cuando dejes de usarlas.
- Se respetuoso o respetuosa cuando navegues por internet o uses las redes sociales.
La educación en valores no se debe descuidar. Todas las personas que navegamos por internet somos ciudadanos digitales y tenemos la responsabilidad de tratar a los demás con respeto y de forma cívica. Las personas menores deben aprender cómo comportarse en la red.
Consejos para ser un buen ciudadano o ciudadana digital
- Cuando ingresemos en un foro, chat, grupo, o en alguna red social, tenemos que tener en cuenta que al otro lado de la pantalla hay otra persona. Por tanto debemos ser respetuosos y hablarle como si lo tuviésemos en frente.
- No interactuar con los “Trols” (personas que disfrutan creando un mal ambiente), cualquier comentario, le hará continuar con su comportamiento.
- No utilices material de otro sin su permiso.
- Antes de compartir algo en redes sociales intenta investigar si es verdad, así evitamos que los bulos se difundan.
- Piensa lo que compartes, date cuenta de que en cuanto pulses en “compartir” pierdes el control sobre esa publicación.
- Ponte en el lugar del otro antes de hacer un comentario o compartir una publicación.
- No publiques nunca datos personales ya que cualquiera puede aprovecharse de esa información.
- No respondas a mensajes de odio.
- Reporta conductas abusivas.
- Actúa ante situaciones de acoso.
Un reto apasionante, la educación digital
A modo de conclusión, me gustaría señalar que tenemos enfrente un reto apasionante, la educación digital. Se coló en nuestras vidas, casi por obligación, durante el inicio de los confinamientos, pero a nadie le cabe la menor duda que ha llegado para quedarse.
De nosotros depende la educación y los valores que tendrán las generaciones futuras. Por ello, merece la pena hacer un esfuerzo, ponernos de acuerdo y aportar dentro de nuestras posibilidades, para construir una educación digital universal, accesible, de calidad y segura.