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Niños influencers, un fenómeno global
El 72% de los niños españoles entre 6 y 11 años tienen perfil en una red social. A nivel global, uno de cada tres usuarios es un menor, según datos recogidos por Unicef. Por eso no es de extrañar que muchos de ellos se estén convirtiendo en auténticas mega estrellas y que el resto quiera convertirse en uno más de los que triunfan. Fama, dinero, regalos… Pero, ¿están preparados los padres para acompañar a sus hijos en ese nuevo ámbito digital, o necesitan ayuda con la mediación parental?
¿Cómo puede afectar a un niño esa enorme exposición en redes sociales a tan temprana edad? y la fama? ¿Supone un plus para su futuro profesional o es un riesgo para su normal desarrollo y estabilidad emocional? ¿Cuáles son los riesgos de ser un influencer menor de edad?
¿Qué es exactamente un influencer?
Un influencer es una persona que tiene gran influencia en redes sociales y cierta credibilidad sobre algún tema. Se caracterizan por tener miles, cientos o millones de seguidores y utilizar sus perfiles para patrocinar marcas. Los influencers pueden ser personajes famosos, periodistas… Y a este fenómeno se han unido niños y jóvenes menores de edad. Algo que ha generado un gran debate sobre la idoneidad de exponer a los menores ante las opiniones y seguimiento de miles de personas desconocidas.
¿Cuáles son los riesgos de ser niños influencers?
Una vez entras en redes sociales desaparece la privacidad. Esto no tiene por qué suponer un problema cuando se es capaz de controlar la situación, pero esto es algo de lo que carecen los menores.
Exponerse en Internet implica críticas que no siempre son aptas para los niños. La negatividad es difícil de aceptar y encajar por los menores lo que puede suponer falta de autoestima, problemas de maduración, egocentrismo, incapacidad para entender lo que es la vida real o desconocimiento del valor real de las cosas. Además, ser influencer no deja de ser un trabajo que requiere una enorme dedicación y tiempo.
En las situaciones más graves, pueden llegar a acabar sufriendo el síndrome del juguete roto, muy conocido en otros sectores de entretenimiento como la música, el cine o la televisión y que afecta a personas que durante su infancia han sido famosos pero que de mayores no tienen el mismo éxito. Este síndrome provoca baja tolerancia a la frustración, necesidad de aprobación constante e incluso problemas o trastornos de personalidad.
¿La responsabilidad es de los padres?
Legalmente lo menores de 14 años no pueden tener abierto un perfil en redes sociales. Aún así esto ocurre y es comúnmente aceptado ya que existen padres que crean perfiles a sus hijos y se los gestionan e incluso que los exponen en sus propios perfiles desde que son bebes.
En este sentido, es responsabilidad de los padres protegerles. Deben conocer las plataformas de redes sociales a la perfección para poder educar a sus hijos en ellas, así como ponerles límites en cuanto a horarios para evitar que esta actividad interfiera en su vida diaria. También es importante que lleven un seguimiento de la actividad de sus hijos en Internet, el tipo de privacidad con la que cuentan en sus perfiles, qué tipo de contenido comparten, qué cuentas siguen, quienes les siguen…Para protegerles no sólo psicológicamente sino físicamente.
Los riesgos en internet son muchos y los padres deben ser capaces de reflexionar sobre las consecuencias de que sus hijos se expongan de manera tan brutal. Para ello es necesario que se formen en los peligros y riesgos de Internet con programas como Educación Familia Digital. Así como tener claro que sólo a través de la educación y la supervisión de sus cuentas se puede aceptar que los menores tengan perfiles en redes sociales.
La solución: formar a adultos para educar y proteger a niños.