Las infecciones de transmisión sexual

infecciones sexuales

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¿Hablamos con nuestros hijos de las Infecciones Sexuales? ¿Y
por qué no?

Siguiendo con nuestro objetivo de ayudar a las familias a llevar a cabo una educación sexual de más calidad, ofreciéndoles información sencilla y profesional, así como sugerencias explícitas, hoy, en un nuevo artículo de nuestro blog, abordaremos una cuestión de gran interés: las infecciones que se transmiten a través de las relaciones sexuales.

¿Qué son las infecciones sexuales?

Son unas enfermedades infecto-contagiosas producidas por parásitos, bacterias o virus, que se transmiten a través de las relaciones sexuales, afectando a hombres y mujeres por igual, por lo que ambos son responsables. Se denominan Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).

Las principales vías de transmisión son las mucosas: oral, anal y genital.

Históricamente, estas enfermedades han estado muy mal consideradas, pesando sobre ellas un gran estigma y tabú. Se han considerado malditas, imputándoseles los más graves males de la humanidad: malformaciones, trastornos inexplicables, esterilidad, lepra, etc.

Todo ello ha sido fruto de la mala información, aunque también ha habido un uso malintencionado, considerándolas un castigo por practicar el sexo, a modo de excusa para prohibir la sexualidad y generar sobre ésta una culpa permanente.

En el momento actual las I.T.S. son un grave problema sanitario y social. Ciertas enfermedades, por ejemplo, la sífilis y la gonorrea, que parecían controladas, están repuntando pudiendo producir graves consecuencias si no se tratan adecuadamente.

Los/as jóvenes deben ser considerados un grupo de alto riesgo

Consideramos la infección por VIH una infección de transmisión sexual, si bien puede contagiarse de otras maneras (sobre todo a través de la sangre). También el VPH que puede contagiarse piel a piel.

No hay vacunas contra estas enfermedades -excepto Hepatitis C y el VPH (virus del papiloma humano)- por lo que pueden contagiarse repetidamente.

Cualquier persona sexualmente activa, con prácticas de coito vaginal, anal o bucal, es candidata a contagiarse una I.T.S. Las conductas de riesgo son las mismas para todo el mundo.

Conviene saber que:

  • Cada año parecen aumentar los casos de I.T.S. en razón del incremento de actividad sexual juvenil y de la desinformación existente.
  • La fuente de la infección es siempre otra persona infectada. La casi totalidad de las I.T.S. se transmiten mediante contacto sexual.
  • Algunas personas sufren la enfermedad sin saberlo.          
  • Otras personas se resisten a ir a los servicios sanitarios, más los chicos que las chicas, debido al estigma social que pesa sobre estas enfermedades. Intentan, en ocasiones, curarse a sí mismas.           
  • Determinados tratamientos farmacológicos permiten la curación, aunque no garantizan la inmunidad.
  • A lo largo de la historia, muchas personas han vivido estas enfermedades como un castigo por haber realizado malos actos. Ello, además de ineficaz, ha contribuido a aumentar su sufrimiento.
  • La mayoría del personal especializado en esta área están de acuerdo en que:
    • Es necesaria una política de educación sexual y de prevención adecuadas.
    • Es preciso ofrecer una completa información al objeto de conocer las I.T.S. para:
      • Poner un tratamiento rápidamente.
      • No contagiar a otras personas.
      • Otorgarles la misma consideración que a cualquier otra enfermedad infecciosa.
    • Los tratamientos médicos, aplicados a tiempo, son muy eficaces.

Infecciones sexuales

Principales enfermedades

Sífilis

Aunque parecía erradicada, parece repuntar el número de casos. Es una de las más graves. La produce un germen microscópico denominado treponema palidum. La bacteria penetra por superficies húmedas de la piel o por las mucosas genitales. Puede transmitirse también al feto durante el embarazo.

Los primeros síntomas de la enfermedad aparecen entre las 4-5 semanas después de la relación sexual con una persona afectada por ella. Generalmente suele aparecer una pequeña lesión, llaga o úlcera rojiza (chancro), en lugares próximos a donde penetró la bacteria, aunque no necesariamente.

El diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad ha de hacerlo siempre personal sanitario. En algunos lugares existen centros específicos de I.T.S. adonde deberá acudirse en caso de padecer una infección. En el caso de la sífilis, puede conocerse su existencia en los primeros momentos por medio de un análisis microscópico de una muestra de la lesión o llaga primera. Un tratamiento adecuado puede hacer desaparecer por completo la enfermedad en un corto período de tiempo.

La sífilis no se hereda, aunque la madre enferma puede transmitir la enfermedad al feto, con efectos graves para éste.

Gonorrea

También denominada Gonococia. Es de menor gravedad que la sífilis, aunque también importante. Causada por una bacteria llamada Gonococo de Neisser. La bacteria penetra a través de las células ubicadas en los genitales y se hospeda en esas zonas más templadas y húmedas. La bacteria tiene generalmente un período de incubación de entre 2 y 8 días. Los síntomas más frecuentes son:

  • En la mujer: flujo vaginal maloliente, dolor al orinar y mayores ganas de hacerlo, reglas dolorosas, trastornos menstruales, cansancio, fiebre y dolor abdominal entre otros síntomas.  
  • En el varón: dolor y escozor al orinar y aumento de ganas de hacerlo, gotas de pus en la uretra (secreción purulenta).

La enfermedad se diagnostica por medio de un análisis en el que se localizan microscópicamente los gonococos en las secreciones uretrales y en la orina.

El tratamiento suele ser eficaz y rápido. Cuanto antes se realice, mayores probabilidades de evitar secuelas. Una mujer embarazada con gonorrea puede transmitírsela al niño en el momento del parto.

Chancro blando

Producida por un microorganismo denominado Hemophilus Ducrey. Tiene un período de incubación de entre 3 y 5 días. Uno de los síntomas principales es la aparición de una pequeña lesión característica en el lugar de la infección, como una vesícula o pústula que se rompe y da lugar a una úlcera necrótica. Suele ser múltiple y dolorosa.

El diagnóstico se hace sobre la base de un examen microscópico del tejido. Es fácilmente curable y, cuanto antes se trate, mejor.

Otras infecciones

Existen otras muchas infecciones, menos conocidas y extendidas, aunque también se transmiten por contacto sexual, entre las que cabe destacar: Linfogranuloma venéreo, Clamydia, Granuloma inguinal, Tricomonas, Hepatitis B y Hepatitis C, Hongos (cándidas), Condiloma (verrugas venéreas), Herpes genital, Ladillas, y el VPH (virus del papiloma humano) que es también muy frecuente.

Cándida

Producida por un hongo que se ubica en las mucosas genitales y que puede transmitirse, además de en las relaciones sexuales, por intercambio de ropas u objetos íntimos.

Generalmente se detecta por picores y secreciones genitales.

Los tratamientos son efectivos siempre que se hagan en pareja, si bien en ocasiones suelen ser recidivantes.

Clamydia

Esta enfermedad está causada por una bacteria que se transmite a través de las relaciones sexuales y por el contacto entre las diversas mucosas corporales. La bacteria causante afecta a la uretra masculina y, en la mujer, al cuello del útero.

Sus síntomas tienen un cierto parecido a la Gonorrea: secreción más o menos densa por el pene y más ganas de orinar acompañadas de dolor al hacerlo. En las mujeres hay secreciones vaginales y dolores abdominales y pélvicos.

Condilomas

Se trata de un virus muy contagioso. Generalmente se detecta por pequeñas lesiones o verrugas en zonas genitales externas o internas en la mujer, y puede ir acompañada de infecciones urinarias. Es más difícil la detección en el hombre porque no siempre hay síntomas claros.

Los tratamientos suelen ser muy efectivos, aunque cuanto antes se acuda a consulta, mejor.

Tricomona

Producida por un protozoo flagelado (Trichomonas). Se contagia en las relaciones sexuales. Los síntomas principales son: Flujo grumoso blanco-verdoso o amarillento, picor y escozor continuo, molestias en las relaciones sexuales, dolor al orinar, infecciones de la uretra (a veces se expulsa una gota matinal de pus). Los síntomas son más fáciles de detectar en la mujer que en el hombre.

El diagnóstico se hace en base a un cultivo de la secreción vaginal y de la uretra. Generalmente el tratamiento es sencillo y eficaz.

Ladillas

Producida por un parásito (ladilla) exclusivo del ser humano. Se transmite por contacto sexual o por contagio indirecto (vida en común, camas contaminadas, ropas, etc.). El parásito se localiza entre el vello de la región genital. A veces puede llegar hasta las axilas, cejas, etc. La hembra se reproduce con suma facilidad poniendo gran cantidad de huevos que quedan adheridos a los pelos.

El síntoma principal es el picor y, a veces, ligeras manchas de color violáceo por la zona genital. El rascamiento puede llegar a producir lesiones en la piel. Los parásitos pueden verse perfectamente, lo que facilita el diagnóstico de la enfermedad. El tratamiento médico, que generalmente es muy eficaz, debe ser inmediato, ya que las ladillas pueden transmitir otras infecciones.

VIH-Sida

La palabra SIDA, como se sabe, quiere decir Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, y la palabra VIH el de Virus de la Inmunodeficiencia Humana.

El Sida es una gravísima enfermedad infecciosa producida por el virus VIH. Su característica más destacada es que afecta al sistema de defensa del organismo, debilitándolo y dejándolo vulnerable a numerosas infecciones y otras enfermedades que en condiciones normales no tendrían tanto impacto. Estas infecciones se llaman oportunistas porque se aprovechan de ese bloqueo de la capacidad de defensa del organismo.

El virus se transmite a través de las siguientes vías: semen, flujo vaginal y sangre. Por tanto, el virus se puede transmitir a través de las relaciones sexuales sin uso de preservativos, y por compartir jeringuillas, objetos de aseo u otros instrumentos que puedan tener sangre. También la madre infectada puede transmitir el virus al feto.

Actualmente no hay vacuna ni tratamiento que cure totalmente la enfermedad, si bien en los últimos años se han producido avances extraordinarios en fármacos que permiten mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y retrasar considerablemente las consecuencias letales. Incluso se conocen casos de curación.

La prevención efectiva se conseguiría si en todas las relaciones sexuales con penetración (vaginal, anal y bucal) se utilizaran siempre y de forma adecuada preservativos. Esa es, sin duda alguna, la clave de la prevención.

Aunque en las películas pornográficas, que consumen habitualmente muchos jóvenes, no se ve a los protagonistas usar el preservativo, -hecho totalmente inadmisible- no significa en modo alguno que el condón no sea importante.

infecciones de transmisión sexual

Prevención de las I.T.S

Parece clara la necesidad de adoptar medidas de prevención de las I.T.S. a través de estrategias globales y sistemáticas. Inicialmente habría que considerar programas de educación sexual que incluyeran al menos:

            *  Higiene corporal y genital.

            *  Información clara y objetiva.

            *  Educación correcta y creación de pautas de conducta responsable.

            *  Creación de servicios específicos de I.T.S.

Hay métodos que reducen las posibilidades de contraer una E.T.S. como por ejemplo ciertos productos anticonceptivos, las diferentes modalidades de espermicidas (cremas, óvulos, jaleas, etc.), así como otros productos específicos, no anticonceptivos, que llevan en su composición antibióticos

Sin embargo, lo adecuado ante una I.T.S es la consulta inmediata al Centro de Salud. Es importante ofrecer una información objetiva y desmitificadora sobre estas infecciones en todas las edades, desde los niveles escolares, que incluya la naturaleza exacta de las mismas, cómo se propagan, cómo pueden curarse y cómo se previenen.

Uno de los factores que contribuyen al aumento de las I.T.S. radica en la mayor frecuencia de contactos sexuales con personas diferentes y sin utilizar métodos de prevención como el preservativo. Para calibrar, tan pronto como sea posible, el riesgo de un contagio puede tenerse en cuenta:

  • Si el encuentro ha sido esporádico.
  • Si no se conoce bien a la otra persona.
  • Si la otra persona no guarda un mínimo de higiene.
  • Si su pareja le ha dicho que tiene o ha tenido una I.T.S.
  • Si durante la relación sexual se observa que él o ella tiene alguna lesión, flujo extraño o erupción en la piel, que podrían ser síntomas de I.T.S.
  • Si se cree que hay posibilidad de que su pareja haya contraído una infección sin saberlo.

En el supuesto de que haya sospecha de una infección:

  • La persona debe acudir inmediatamente a un Centro Sanitario, Centro de I.T.S., Centro de Planificación Familiar-Salud Sexual, o bien a su Ginecólogo/a o Urólogo/a de confianza.
  • Hay que comunicárselo a la pareja si el análisis es positivo.
  • No hay que tener ningún tipo de relación sexual hasta la total curación de la enfermedad.
  • Es inútil y contraproducente intentar curarse una/o misma/o.
  • Hay que desterrar la consideración de que son enfermedades vergonzosas y ponerlas al mismo nivel que otras enfermedades infecciosas.

Es necesario desmitificar y desculpabilizar estas enfermedades. Su persistencia puede estar determinada parcialmente por el carácter moral (de castigo o culpa) que se ha asociado a ellas desde hace muchos años. Se supone que las personas decentes no las padecen. Pero éste es un grave error.

CONCLUSIÓN

El preservativo es el único método eficaz para la prevención del contagio de las E.T.S. y del VIH en jóvenes e imprescindible para mantener relaciones sexuales seguras.

(*) José Luis García es Autor del libro “Sexo, poder, religión y política”.

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Acerca de Jose Luis
Psicólogo clínico del Gobierno de Navarra

Experto en educación afectivo – sexual, y escritor.

Para más información sobre su trabajo educativo, visita su web.


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