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Una vida dedicada a frenar el acoso escolar
Maite es catedrática de Evaluación y Diagnóstico psicológico en la Universidad del País Vasco, además de una reputada personalidad en lo que a la lucha frente al bullying y ciberbullying se refiere.
Autora de numerosos libros y estudios publicados por la editorial pirámide, y creadora de varios programas de intervención y prevención, Maite es ponente habitual en congresos y simposios, y ha dirigido numerosas investigaciones y tesis doctorales sobre el acoso escolar y ciberbullying.
En su curriculum, se encuentra la elaboración de numerosos test de evaluación, e incluso la creación de un videojuego que educa a los jóvenes en uso seguro de la tecnología sobre el que publicamos un artículo hace una semanas: CyberEduca 2.0
Entre los muchos reconocimientos a su trabajo se encuentran el Primer premio Nacional de Investigación Educativa concedido por el ministerio de Educación los años 1994 y 2003, y el Premio Nicolás Seisdedos al mejor trabajo de Investigación en Evaluación Psicológica en 2012.
Entrevista a Maite Garaigordobil
Hola Maite, nos hace muy felices tenerte hoy con nosotros, muchas gracias por tu disposición a ayudar a nuestros lectores y a la sociedad en general, y por todo el esfuerzo dedicado a la lucha frente al acoso escolar.
Muchas gracias por vuestra consideración. Es un placer compartir una reflexión sobre una situación de violencia y victimización que se produce durante la infancia, adolescencia y juventud, destruye a muchas de las personas que lo sufren, truncando sus vidas.
Maite, llevas años dedicada al estudio de esta lacra social, ¿qué te ha llevado a dedicar tanto esfuerzo a analizar e intentar frenar el bullying y ciberbullying?
Al estudio de este fenómeno he llegado después de un recorrido profesional. Desde que me licencié en Psicología en 1983, mi vida profesional ha estado muy centrada en la infancia y la adolescencia, a nivel escolar y clínico, en evaluación e intervención.
Mi actividad docente, clínica e investigadora ha girado en torno a temas relacionados con la intervención psicológica en contextos educativos y clínicos, así como con el desarrollo de instrumentos de evaluación psicológica preferentemente para niños y adolescentes.
Durante muchos años, mi interés se centró en diseñar y aplicar programas de juego cooperativo para fomentar el desarrollo socioemocional, el desarrollo de competencias sociales y emocionales que sabemos inhiben la conducta violenta. Con la ayuda de muchas personas, a lo largo de más de 20 años, hemos sistematizado 5 programas de intervención psicoeducativa para grupos desde educación infantil hasta secundaria que tienen como objetivo promover la conducta prosocial y el desarrollo emocional. La evaluación experimental de los efectos de estos programas de juego confirmó su eficacia como instrumentos de desarrollo social y afectivo-emocional.
Sin embargo, viendo que pese a los esfuerzos que hacen algunos centros en los últimos años en realizar actividades para promover el desarrollo emocional y la convivencia, el bullying sigue estando presente y lamentablemente su prevalencia y gravedad aumenta.
Por este motivo, desde el 2000 comienzo a profundizar en el estudio de la violencia humana en diversos tipos de violencia, y especialmente en un tipo de violencia entre iguales, el bullying/cyberbullying. Durante estos años hemos realizado diversidad de estudios de prevalencia para identificar el porcentaje de víctimas y agresores, hemos diseñado y validado propuestas de prevención-intervención antibullying, y en los últimos estudios nos estamos centrando en colectivos vulnerables (personas LGTB…)
¿Un trabajo del que te sientas especialmente orgullosa?
La verdad es que me costaría elegir uno, porque todos los que he realizado en cada momento han sido muy significativos para mi. Por mencionar alguno de los más recientes, destacaría el programa para prevenir e intervenir en el ciberbullying (Cyberprogram 2.0. Un programa de intervención para prevenir y reducir el ciberbullying. Garaigordobil y Martínez-Valderrey, 2014)” que ha sido validado experimentalmente y que se complementa con un video juego online (Cybereduca cooperativo 2.0. Garaigordobil y Martínez-Valderrey, 2016) de acceso gratuito (cybereduca.com).
En el programa de prevención dirigido a adolescentes que hemos desarrollado desde el grupo de investigación que coordino en la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco (Cyberprogram 2.0. un programa de intervención para prevenir el cyberbullying, publicado en 2014 por la editorial Pirámide) varias actividades se basan en casos reales de niños y adolescentes que se han suicidado por el sufrimiento que les ha generado el acoso de sus compañeros. El hecho de que sean casos reales, conocer su historia y el trágico desenlace de sus vidas el útil para la reflexión.
En el programa incluimos actividades para fomentar la empatía con la víctima, para hacer conscientes a los observadores de su responsabilidad en la situación y para fomentar la intervención positiva de los que observan el acoso (la mayoría de los miembros del grupo sabe lo que lo sucede y calla), ya que ellos son la clave para que el acoso cese o se perpetúe.
Del último informe de ANAR elaborado a partir de los datos recogidos en el teléfono de ayuda a adolescentes en riesgo, se extrae que por primera vez bajan ligeramente los casos de acoso escolar, pero aumenta de forma importante el grado de violencia de los casos denunciados. ¿a qué crees que puede deberse esto?
Tanto en la revisión que hemos realizado de 309 estudios de prevalencia realizados en todo el mundo, así como en nuestros estudios de prevalencia en el País Vasco, nosotros no hemos evidenciado una reducción del porcentaje de víctimas.
Lo que sí es una evidencia es el aumento de la victimización y cibervictimización severa, es decir, frecuente, que también se pone de relieve en las conductas graves que se denuncian y se recogen en los informes de las fiscalías de las distintas comunidades.
Muchos recursos y personas brillantes se han dedicado a este fin durante años ¿Porqué crees que no habido una solución eficaz y definitiva para frenar la expansión de este fenómeno hasta ahora?
Fundamentalmente porque la violencia es una conducta compleja que se debe a múltiples factores (socioculturales, familiares, escolares y relacionados con la propia personalidad individual). Por ello, para prevenir e intervenir en el bullying y el ciberbullying haría falta llevar a cabo acciones desde la sociedad, la escuela, la familia, y también a nivel clínico-terapéutico con las víctimas y los agresores.
La sociedad debería:
(1) Controlar e inhibir el nivel de violencia que se expresa en la TV, internet, los video-juegos que refuerzan las conductas agresivas y antisociales, racistas, sexistas… sabemos que ver violencia aumenta la probabilidad de comportarse violentamente;
(2) Realizar campañas mediáticas desde los medios de comunicación (televisión, radio, Internet…) dirigidas a toda la sociedad para acabar con los mitos o creencias irracionales que la sociedad tiene sobre el bullying y que fomentan la pasividad frente a este fenómeno;
(3) Fomentar conductas no-violentas en los adultos adoptando mediante diversos mecanismos, actitudes combativas intelectual y moralmente contra la violencia (colectiva, de género, entre iguales, racista…).
La familia desempeña un papel primordial, ya que los padres-madres que son modelos de empatía y conducta social positiva, y que refuerzan estas conductas en sus hijos e hijas, tienen con mayor probabilidad hijos menos violentos. La familia tiene un papel relevante en el desarrollo y mantenimiento de valores ético-morales de sus hijos e hijas y concomitantemente de su conducta social. La formación parental a través de escuelas de padres donde se aporta información sobre pautas de crianza parental positivas también se ha evidenciado eficaz.
Las intervenciones en ámbitos educativos se han demostrado eficaces. En la escuela se debería implementar de forma sistemática programas para fomentar el desarrollo socio-emocional (conducta prosocial, desarrollo emocional, valores-diálogo, tolerancia, igualdad, solidaridad-…). Además, se pueden realizar actividades específicas sobre bullying/cyberbullying para sensibilizar, para que los estudiantes tomen conciencia de las graves consecuencias del acoso para todos los implicados, y para que aprendan estrategias de afrontamiento como víctimas y como observadores.
Y cuando la violencia ya se ha producido, también es relevante la intervención individual terapéutica, con el agresor para desarrollar la capacidad de empatía y de control de la conducta agresiva, y con la víctima para aumentar su autoestima (deteriorada por la victimización sufrida) y las habilidades sociales necesarias para afrontar constructivamente situaciones de victimización.
Por consiguiente, la conducta violenta es compleja, está multideterminada, y la acción coordinada desde todos estos contextos es necesaria para erradicar la violencia entre iguales y cualquier tipo de violencia.
¿Qué les dirías a todos aquellos que firman que bullying ha habido siempre, y que la única diferencia es que ahora se le da más visibilidad que antes?
Les diría que sí, que tienen razón, que ha existido siempre, que ahora afortunadamente tiene más visibilidad, pero que ello en absoluto implica que no se deba y pueda erradicar estas conductas, que tan graves consecuencias tienen en las vidas de las personas. Y no solo en la vida de las víctimas (que sin duda sufren las consecuencias más graves), sino también en la vida de los agresores, ya que ser agresor de bullying/ciberbullying también está relacionado con un desarrollo disfuncional de la personalidad que puede afectar negativamente en su adaptación personal y social a lo largo de su vida.
El 65% de los menores navegan en internet sin supervisión, ¿cómo crees que podría impactar socialmente la falta de educación y acompañamiento de los padres y madres hacia a los nuevos nativos digitales en los próximos años?
Es una realidad que un porcentaje alto de niños(as) y adolescentes navega el número de horas que quiere y sin ningún control en relación a los contenidos a los que accede. Las probabilidades de que el impacto de esta situación sea negativo son grandes. Es fundamental que los adultos se informen, formen, supervisen las conductas que los menores realizan en el ciberespacio, y los acompañen en la comprensión y uso positivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Las TIC han abierto grandes posibilidades al desarrollo humano, pero también conllevan riesgos para los que hay que educar desde la familia y la escuela. Los padres y madres deben conocer la vida de sus hijos e hijas también en el ciberespacio y para ello una fórmula infalible es la comunicación y el afecto intrafamiliar.
Desde tu perspectiva, ¿se observa algún cambio significativo en los hábitos de comportamiento en las nuevas generaciones, o conductas peligrosas relacionadas con la tecnología donde deberíamos poner el foco?
A partir de estudios recientes sabemos que un significativo grupo de adolescentes y jóvenes realizan conductas de sexting (difusión o publicación de contenidos, principalmente fotografías o vídeos de tipo sexual, producido por el propio remitente de manera voluntaria, utilizando para ello el teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico) y otras conductas cibersexuales. Las conductas de sexting con frecuencia dan lugar a sextorsiones que en ocasiones conducen a situaciones más graves como son el abuso sexual por parte de pedófilos y pederastas que habitan en la Red.
Más allá de las graves consecuencias que pueden tener estas conductas, hay información que visionada a determinadas edades tempranas puede afectar negativamente, por ejemplo, al desarrollo sexual y/o al desarrollo de la conducta violenta (violencia racista, de género, autoagresiones…). No es infrecuente encontrar en la Red páginas que fomentan conductas negativas (anorexia, machismo, racismo, autolesiones, suicidio…) y sabemos que visionar esos contenidos puede tener efectos muy nocivos durante la infancia y/o la adolescencia, especialmente cuando no tienen la oportunidad de hablar de ello con adultos de confianza y procesar la información visionada adecuadamente.
¿Crees que sociedad y las instituciones están suficientemente concienciados de los nuevos riesgos digitales a los que estamos expuestos, nosotros y nuestros hijos e hijas?
No, sin ninguna duda la sociedad necesita concienciación y también formación.
Existen numerosos riesgos digitales como son el ciberbullying, sextorsión, pederastas y contactos peligrosos, retos virales para jóvenes, comunidades que fomentan prácticas no saludables como la anorexia o el suicidio, o la violencia extrema, la adicción al juego online, la dependencia del teléfono móvil, el robo de datos privados y la falta de privacidad, la violencia de género digital… ¿Cuales te parecen los mas peligrosos de todos y porqué?
Todos son peligrosos. Por ello, debemos poner el foco en todos ellos, y realizar acciones psicoeducativas en la familia y en la escuela, coordinadamente, para prevenir estos riesgos.
¿Por qué crees que padres y madres parecen estar tan preocupados por esta situación, pero hacen tan poco por poner remedio?
El tema es complejo, en muchas ocasiones les desborda, no saben qué hacer. Por ello es importante formar a los padres para:
(1) Conocer factores de riesgo (ver violencia…) y de protección (conductas positivas de educación parental o factores protectores: fomentar autoestima, reforzar conductas prosociales, mostrar amor incondicional, promover empatía y prosocialidad, poner límites sin autoritarismo, dedicar tiempo a los hijos(as), ser modelo de la conducta que se pretende promover, hacer de la comunicación una prioridad en casa…);
(2) Ampliar su conocimiento de las tecnologías de la información y la comunicación (programas de control parental…);
(3) Identificar conductas que se observan en las víctimas y en los acosadores;
(4) Orientar en pautas de intervención adecuadas cuando se encuentran que su hijo o hija es una víctima y/o un acosador….
¿Qué le dirías a una víctima de acosos escolar que no se lo ha contado a nadie aún?
¿Y a su acosador o acosadores?
A la(s) víctima(s) les diría que:
(1) cuenten lo que les está sucediendo a sus padres-madres, profesores-as, compañeros-as…, que se reconozcan víctimas, que no acepten la situación y busquen soluciones;
(2) no se sientan culpables, que no se avergüencen, que a muchas personas les ha pasado, y que la culpa no es suya;
(3) no muestren debilidad ni el sufrimiento al agresor, porque disfruta con ello, que en la medida de lo posible, ignoren y se alejen de los agresor(es);
(4) no esté solo en lugares donde le puedan agredir;
(5) mantenga la calma, no pierda el control;
(6) intente hacer amigos (barrera protectora de la victimización);
(7) intente ser feliz haciendo cosas positivas;
(8) sea consciente de sus cualidades y capacidades;
(9) escriba en un diario todos los incidentes con detalle y añadiendo todas las pruebas que tenga (conversaciones de chat, correos electrónicos…);
(10) no piense que con el tiempo pasará, todo lo contrario, empeorará, y muchas veces buscar ayuda inhibe al agresor; lo peor es no hacer nada.
Al agresor (es) le diría que:
(1) reconozca que es un agresor, y que su conducta hace sufrir al otro;
(2) no se toleran sus conductas, y le describiría de forma clara y concreta las conductas que debe modificar y las medidas sancionadoras si no cesan;
(3) tome conciencia de las graves consecuencias de sus conductas para la víctima y que esas conductas también le dañan a él, que tienen consecuencias negativas para su futuro, que en estas situaciones nadie gana;
(4) se ponga en el lugar de la víctima, que aprenda a ponerse en el lugar de quien sufre, que tome conciencia de su sufrimiento; que repare el daño, que le pida perdón, que eso le engrandecerá y ganará respeto como persona (mejor que le respeten por solidario y buen compañero que por miedo);
(5) pida ayuda y cuente lo que les pasa, a sus amigos(as), padres, tutor(a), profesor(a) de confianza…. decir que quiere cambiar su conducta, no es vergonzoso, esa actitud demuestra valentía y querer ser mejor persona, que no es el primero ni será el último a quien le ocurra esto, si busca encontrará gente que lee comprenderá y ayudará;
(6) aprenda a controlar su agresividad, que debe controlar su impulsividad, ira y conducta agresiva (con el apoyo del psicólogo(a) del centro);
(7) si es el caso, deje de salir con gente que se mete en problemas, busque nuevos amigos o grupos con actividades positivas, que vivirá más relajado y mejor consigo mismo…
¿Conoces el programa para colegios Segureskola? ¿Qué opinión te merece y como lo mejorarías si cabe?
Sí, Segureskola es un programa muy completo con acciones de ciberseguridad dirigidas al profesorado, al alumnado y a la familia. Aporta educación digital familiar y escolar fomentando la prevención de fenómenos negativos que acontecen en el ciberespacio (ciberbullying, adicciones digitales, sexting, sextorsión, grooming…) para los que se requiere información y formación, lo que tendrá un efecto de prevención de las problemáticas asociadas a estos ciberfenómenos.
Muchísimas gracias por tus consejos y por compartir tu enorme experiencia con nosotros Maite, de corazón.
Hasta pronto, Gaptain.
Cyber program 2.0
Referencias y Manuales de los programas
GARAIGORDOBIL, M. (2003). Intervención psicológica para desarrollar la personalidad infantil: Juego, conducta prosocial y creatividad. Madrid: Pirámide.
GARAIGORDOBIL, M. (2003). Programa Juego 8-10 años. Juegos cooperativos y creativos para grupos de niños de 8 a 10 años. Madrid: Pirámide.
GARAIGORDOBIL, M. (2004). Programa Juego 10-12 años. Juegos cooperativos y creativos para grupos de niños de 10 a 12 años. Madrid: Pirámide.
GARAIGORDOBIL, M. (2005). Programa Juego 6-8 años. Juegos cooperativos y creativos para grupos de niños de 6 a 8 años. Madrid: Pirámide.
GARAIGORDOBIL, M. (2007). Programa Juego 4-6 años. Juegos cooperativos y creativos para grupos de niños de 4 a 6 años. Madrid: Pirámide.
GARAIGORDOBIL, M. (2008). Intervención psicológica con adolescentes. Un programa para el desarrollo de la personalidad y la educación en derechos humanos. Madrid: Pirámide. [2ª Edición]
GARAIGORDOBIL, M., y MARTINEZ-VALDERREY, V. (2014). Cyberprogram 2.0. Un programa de intervención para prevenir y reducir el ciberbullying. Madrid: Pirámide
Maite Garaigordobil Landazabal
Catedrática de Evaluación y Diagnóstico Psicológicos
Dpto. Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos.
Directora del Master Oficial en Psicología General Sanitaria.
Facultad de Psicología. Universidad del País Vasco.
Avda. de Tolosa 70. 20018 Donostia-San Sebastián.
Tfno.: 943 – 015634; Fax: 943 – 015670
E-mail: maite.garaigordobil@ehu.eus
http://orcid.org/0000-0002-8621-6245
http://www.sc.ehu.es/garaigordobil
https://www.researchgate.net/profile/Maite_Garaigordobil/publications
http://scholar.google.es/citations?user=ucJIs7kAAAAJ&hl=es
Especialista en acoso escolar y ciberbullying.
Maite Garaigordobil es catedrática de Evaluación y Diagnóstico psicológico en la Universidad del País Vasco, además de una reputada personalidad en lo que a la lucha frente al bullying y ciberbullying se refiere.